Desde Adiestracan te ayudamos a detectar y prevenir las enfermedades más comunes del invierno en los perros.

Cuando los perros se exponen a cambios bruscos de temperatura pueden aparecer enfermedades del tracto respiratorio como la tos de las perreras, catarro, las traqueítis, laringitis o bronconeumonías. Los síntomas más frecuentes suelen ser decaimiento, fiebre, estornudos y mucosidad, pero puedes detectarlo si ves que tiene dificultad para comer o hace algún ruido cuando respira. Para prevenirlos, te recomendamos que abrigues al perro si la temperatura exterior es muy baja, lo impermeabilices y seques bien el pelaje del perro cuando llueva, y que no tengas su cama muy cerca de la calefacción para que el contraste de temperatura al salir sea menos brusco. Y si paseas en coche, aunque les encanta, evita que el perro asome la cabeza si el aire es muy frío.

La humedad en la piel puede provocar micosis, es decir, hongos. Lo puedes detectar por calvas en el pelaje, picor o heridas por el rascado de tu perro. Mantén el pelaje seco e insiste en patas, almohadillas y tripa. Su cama debe estar siempre seca. Cepíllalos mucho.

Si hace mucho frío a veces la circulación periférica en las orejas se ve alterada y se produce vasculitis. Revisa el aspecto de las puntas de las orejas con frecuencia y acude al veterinario si observas alguna lesión.

Cuidado con las aguas estancadas en épocas de lluvia, ya que pueden estar contaminadas con leptospirosis, una bacteria mortal que se transmite a los perros a través de la orina de ratas y ratones.

Y recuerda que para proteger la salud de tu perro tienes que tenerlo desparasitado y con su calendario de vacunas al día