Un adiestrador que sabe transmitir lo que pretende (y no es fácil). Gracias a sus directrices hemos conseguido un equlibrio fundamental en la relacion hombre-perro. ha dejado de comerse los muebles, camina correctamente sin tirar de la correa y le ha hecho entender que hay unas normas sociales entre canes que hay que respetar.
Desde entonces mi experiencia ha cambiado radicalmente a mejor y Tapón es un perro mas seguro, feliz y jovial.